Cada vez que tenemos que elegir entre varias opciones, tenemos que pagar un precio, hacer un pequeño sacrificio, sobre todo en elecciones donde se escoge A o se escoge B pero nunca ambas opciones.
Nuestro tiempo es muy limitado, si lo invertimos en algo es a costa de otras cosas que no podemos realizar. ¿Os suena lo del coste de oportunidad?
Pues hoy era un día donde tenía dos grandes opciones: ver la tele (partido de fútbol, Champions League) o entrenar.
Veamos:
LUNES
Una sesión. Kárate. Sí pude hacerlo
MARTES
Toca cardio. 40'
MIÉRCOLES
Toca kárate
JUEVES
Cardio. Otros 40'
VIERNES
Inicio de un viaje para todo el fin de semana. Por lo tanto, faltaré al entrenamiento del viernes, y me flataría encajar otro día de cardio. Por no hablar de estiramientos o de las rutinas de fuerza...
¿Qué hacer entonces?
Lo tenía claro: entrenar. Luego podría ver la segunda parte del partido.
Me siento muy bien después de haber hecho el entrenamiento. Lo combiné con una breve sesión de fuerza para ir equilibrando.
Bueno, por ahora os dejo tranquilos, es probable que durante unos días no me pase por aquí, pero vosotros podéis dejar todos los comentarios que queráis.
¡Que el six-pack de Stephen Amell os guíe!
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